Construir el significado

Como hemos dicho más arriba, el proceso de comprensión es un proceso de construcción en el que el receptor intenta dotar de un sentido al mensaje del emisor utilizando para ello todos los recursos a su alcance. El éxito de la comprensión radica, como hemos dicho, en el correcto uso de estos recursos. Podríamos comparar el proceso de comprensión con un puzzle. Es muy diferente intentar completar un puzzle teniendo delante el modelo que hemos de crear y realizarlo sin modelo. Estaremos todos de acuerdo en que en el segundo caso la dificultad es mayor. También es diferente, si las piezas son pequeñas o grandes. También si todas las piezas son muy diferentes o muy similares. Tendremos que tener en cuenta las diferentes "pistas" que puedan darnos las fichas para saber dónde colocarlas. Veamos pues con varios ejemplos cómo se produce este proceso:

Cuando nos encontramos ante un puzzle el primer paso consiste en hacernos una idea de cuál va a ser el producto final y también en el caso de un proceso de comprensión la primera labor será hacernos una idea de ante qué estamos. Es decir, ante qué tipo de texto y ante qué intención comunicativa estamos. Para ello deberemos utilizar algunos de los datos que el texto nos ofrezca: el formato del texto, ciertas palabras, el emisor, nuestros conocimientos sobre el tema, etc.

Con todo ello nos podremos hacer una primer idea de ante qué nos encontramos. Esta claro que esta primera interpretación irá ampliándose e incluso variando en la medida en que dispongamos de más datos ya que en algún momento, puede que alguno no encaje en nuestra interpretación. Será entonces el momento de revisar la interpretación y de reformularla de manera que el nuevo dato tenga una cabida lógica dentro de ella. A veces simplemente bastará con reinterpretar el dato para ver que tiene cabida en nuestra interpretación y que no es necesario realizar otra.